martes, 4 de febrero de 2014

Confia

Algunas veces estamos tan decepcionados de las personas, que sentimos que no hay esperanza de volver a creer en nadie y cerramos nuestro corazón. Pero resiste... Confía... Pues no hay prueba en la que Dios no esté con nosotros. Jesús pasó también por soledad... Sus mejores amigos, sus compañeros de jornada, los que lo vieron hacer milagros en el nombre de Dios; lo abandonaron. El lo sabía, sabe que nuestra naturaleza es un estado de pecado, de egoísmo, de juicio, de envidia, de miedo.
Por eso quiso advertirnos del dolor que podríamos padecer en este mundo, dándonos la seguridad de que Dios no nos abandona en ningún momento y alentándonos a mantener nuestra paz en medio de los problemas.
Dios nos ama con amor eterno e incondicional, algo difícil de lograr en nuestras fuerzas humanas, pero no difícil para Dios, pues no es algo que El haga; sino algo que El es. 
Si te has sentido decepcionada (o) por alguien que te lastimo, te abandono, no creyó en ti, te negó, te entrego; confía... Que si Jesús pudo vencer al mundo para darnos paz, también se entrego y venció al mundo para que fuéramos fortalecidos por el Espíritu Santo y así poder resistir a cualquier prueba de la vida, incluyendo el abandono y la deslealtad.
Así que confía y resiste, que en Dios está nuestra esperanza, en El esta nuestro tesoro y aunque en el mundo seamos lastimados, hay una manera más sabía y valiente de corresponder a ese sufrimiento; perdonando toda ofensa y pecado en nuestra contra, pues del Señor es la justicia.

 "He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." ( Juan 16:32-33)