domingo, 5 de abril de 2015

Mi corona es por ti...

 
 
"En aquel día lanzaremos todas nuestras coronas a Sus pies..."
 
 
La Biblia narra como se le adora a Cristo en el cielo. La adoración debe ser nuestra entrega a Dios con todo tu corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas y la adoración celestial es un ejemplo de la manera en que debemos rendirnos totalmente al que vive para siempre.
 
Juan, el amado, fue llevado por el espíritu por causa de Jesús para mostrarle lo que pronto tiene que suceder.
 
Imagínate que escena! Le es revelado en una visión los veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas al rededor de un trono establecido en el cielo y en el trono uno sentado y del trono salían relámpagos y truenos y voces! Y los veinticuatro ancianos postrándose delante del que estaba sentado en el trono y adoraban al que vive por los siglos de los siglos y echaban sus coronas delante del trono diciendo "Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder" Ese debe ser el mejor culto de un domingo en el cielo adorando al Rey de reyes!
 
 
Es fácil que todos tengamos la imagen de Jesús llevando sobre su frente una corona de espinas, pero la historia del plan de Dios para la humanidad termina con un Cristo resucitado, sentado en el trono, a la diestra del Padre, con aspecto semejante a piedra de jaspe y cornalina, con ojos como de llama de fuego, diademas en su cabeza y vestido de ropa teñida de sangre y al rededor del trono un arcoíris, semejante en el aspecto a la esmeralda y delante del trono un mar de vidrio semejante al cristal. 
 
Si, Jesús llevo sobre su frente una corona de espinas y soporto la humillación y el dolor y derramó cada gota de su Sangre, se entrego hasta de muerte pero para demostrar que Su Reino no es de este mundo! Fue por amor y pasión por ti y por mi, para darnos vida eterna consigo mismo, pues nos desea fervientemente y quiere ponernos junto a El y tomarnos como su esposa, Iglesia santa, pura y sin mancha.
 
La palabra griega traducida corona es "stephanos" que significa "Símbolo de realeza, premio y honor".
 
Que tan alto privilegio nos ha dado Dios al encontrarnos a mitad del camino de nuestra vida, rescatarnos de la vanidad del mundo dándonos vida eterna y una nueva dignidad! Nos amo, con su sangre nos lavo de nuestros pecados y nos hizo reyes y sacerdotes!
Así como El se aferró a la corona de espinas hasta la muerte de Cruz, nosotros debemos aferrarnos a la santidad y pureza delante de El, apartándonos de la maldad de este mundo y de los deseos de la carne, cuidando y dignificando esa nueva identidad que El nos ha dado. Nos ha concedido vestirnos de lino fino, limpio y resplandeciente, se ha quitado una de sus diademas de sobre su cabeza y la ha puesto sobre la nuestra, como símbolo de pureza extrema, radical y completa. Solo El lo pudo hacer... Y si se me concediera pararme delante de Jesús para honrarlo por su sacrificio, con toda humildad le diría "Se que llevaste esa corona de espinas por mi hasta el final, permíteme llevar esta corona de santidad por ti hasta el final... Tu corona fue por mi, Mi corona es por ti..."
 
Cuando llegue aquel día, yo quiero postrarme a sus pies, derramar mi corazón delante de El, porque seré libre para ser tierna, amorosa, apasionada, no habrá limites! Nadie me estará observando, nadie vera mi calidad de pecado, nadie juzgará las intensiones de mi corazón, podre despojarme de mi humanidad delante de El! Cuando llegue aquel día, entraré a su casa de adoración en esta tierra, un domingo cualquiera y exaltare su nombre! Por que el Señor Dios Todopoderoso reina!
 
Y cuando al fin pueda verle cara a cara, como realmente El es... creo que... creo que solo caeré delante de El como muerta y si me queda conciencia lanzare mis coronas a Sus pies...
 
 
Referencia bíblica: Apocalipsis 1 & 9